(del libro inédito La línea vertical del Alif)
Entre deux chaises, como un picor agudo
este derramarse de las horas sin que se
Mertensia ovum |
que ocultamos como refugio del nosotros
en el bolso, la nevera o el ventilador.
Porque en el bolso tenemos una agenda
con nombres y direcciones azules
donde viven los que ya no viven
y mueren los que no han muerto.
Adiós a la porción de queso, al tomate,
al descafeinado con leche que nos deja
en la boca esta soledad femoral.
Y adiós también al aire pequeño
del ventilador que aprende a comerse
la punta de sus plumas metálicas
con el miedo de los niños y sus dedos
capaces de atravesar las rejas.
Abisal.
Para que vengamos de la lista de parados
a sorber en silencio nuestro mar.
Abisal.
Para que no seamos más infalibles, infantiles,
indelebles, intocables, inesperados.
Abisal.
@ Antonia Huerta Sánchez
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